sábado, 7 de marzo de 2009

Y uno...


El sonido de guitarras la dejaban sin palabras solo con pensamientos profundos sobre la vida que llevaba, y de repente sin darse cuenta sobre su mejilla se derramaban lágrimas inconscientes, las cuales suavemente se secaban con la suave brisa que rosaba su rostro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigues yendo a las clases de guitarra con la Fanny?

Oye fea, me dejaste plantada u.U o importa, nos juntaremos otro dia entonces!

te quiero! :)

Fany decapitá dijo...

Siempre cuando yo escucho ese sonido, me viene una melancolia de aquellas, creo que causa algún efecto extraño en nuestros cerebrillos, y más cuando escucho la mia que le cuesta sonar bien, pero lo intenta.